Iron Maiden remeció Lima con su heavy metal
Una hora y 50 minutos fueron suficientes para que Iron Maiden hiciera de Lima ´su casa´, como anunció el vocalista Bruce Dickinson durante esta descarga de puro heavy metal.
A las 9 en punto, tal como rezaba la inscripción de los boletos, las luces se apagaron en el estadio San Marcos y las pantallas proyectaron un alucinante video del cual Edward the Head fue el protagonista. Era la introducción al súper concierto de Iron Maiden, que entró al escenario del estadio San Marcos entre los riffs y las notas de ‘The Final Frontier’, tema que le da nombre a esta gira que trajo a la banda por segunda vez al Perú.
Sin mayores presentaciones ‘El dorado’ puso a saltar al público asistente que llegó a superar la barrera de los 20 mil, todos ataviados con camisetas negras. ‘Minutes to midnight’ y ‘The talisman’ encendieron la fiebre metalera antes de que se escuchara un grito ensordecedor en respuesta a la primera frase dirigida de Bruce Dickinson: “¡No te escucho Lima!”.
Un mezcla de grandes éxitos de la banda con sencillos del nuevo álbum de grupo, como ‘Coming home’, ‘Dance of death’, ‘The trooper’, ‘The wicker man’, ‘When the wild wind blows’, ‘Blood brothers’, ‘The evil that men do’ y ‘Fear of the dark’, sacudieron miles de melenas e invitaron al ‘pogo’ general.
“Hola Perú, bienvenido a este tour ‘The Final Forntier Tour’. Ustedes son la mejor audiencia de todas”, lanzó Dickinson en respuesta a la gran entrega de los fanáticos, quienes solo dejaron de saltar para guardar duelo por Japón.
En medio de esta fiesta del rock pesado hubo un momento para recordar a quienes no están más y a quienes sufren por la furia de la naturaleza. “El desastre que ocurrió no nos permitió ir a Tokio, lo cual nos apena mucho, pero podemos estar aquí en Perú y desde aquí enviamos todo nuestro apoyo” dijo el frontman de la banda en medio de los aplausos del respetable.
El sencillo ‘Iron Maiden’ fue la invitación para que Edward the Head hiciera su aparición material en el stage y, a pesar de sus más de dos metros de altura y su pesado andar empuñó la guitarra para acompañar a la banda. De esta forma el sexteto tomó un breve descanso antes del encore de rigor.
La velada rockera no pudo tener un mejor broche de oro. ‘The number of the beast’, ‘Hollowed be thy name’ y sobre todo ‘Running free’ marcaron el final del conciertazo de Iron Maiden, cuya conexión con el público peruano dejó claro que el estadio de San Marcos es el nuevo fortín del heavy metal en Sudamérica.
Pablo Timoteo Yovera