El cantante de Rammstein fue acusado de reclutar mujeres en conciertos y luego drogarlas para abusar de ellas.

Till Lindemann, vocalista de Rammstein, es acusado de presunto delito de agresión sexual | Fuente: Difusión

La banda alemana Rammstein se encuentra en una gira europea, que se ha visto interrumpida por un escándalo de agresión sexual. El cantante Till Lindemann fue acusado por un grupo de mujeres de haberlas agredido después de los conciertos.

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Till Lindemann acusado de agresión sexual 

La prensa alemana señaló que las acusaciones se dieron en los últimos días y advirtieron a los organizadores de los conciertos en proteger a su público. Según el medio Süddeutsche Zeitung, este escándalo podría ser el final de la agrupación de metal.

De acuerdo con los informes, el caso se empezó a registrar a finales de mayo tras el testimonio de una mujer irlandesa de 24 años, quien acusó al cantante Till Lindemann de presuntamente haberla drogado y agredido sexualmente luego de un concierto de Rammstein en Lituania. 

Las bases de este testimonio fueron replicadas por otras mujeres, quienes aseguraron habrían sido reclutadas desde las primeras filas, pero no sin antes ser fotografiadas y filmadas para que el cantante de 60 años las eligiera para sus fiestas privadas. Algunas de esas mujeres afirmaron que habrían sido drogadas para después ser abusadas sexualmente.

Rammstein niega acusaciones 

Rammstein utilizó sus redes sociales para desmentir las acusaciones. “Es importante para nosotros que (las aficionadas) se sientan cómodas y seguras en nuestros conciertos, delante y detrás del escenario”, se puede leer en el comunicado de Instagram.

Asimismo, el seminario Die Welt informó que la asistente de la banda Alena Makeeva, quien presuntamente habría invitado a las jóvenes a bastidores, fue apartada del entorno de la banda. 

Según Kayla Shyx, la actriz alemana de 21 años, reveló en un video de 30 minutos que la asistente de Rammstein la invitó a ella y una amiga a una fiesta después del concierto. Ambas habrían sido llevadas a una sala con otras jóvenes y los agentes de seguridad les confiscaron sus teléfonos. “De repente me di cuenta de que estaba allí como objeto sexual y entré en pánico”, narró la joven, quien habría podido salir del lugar antes que la situación empeorara.