Mick Jagger reveló quienes fueron sus ídolos de la infancia y lo ayudaron a formarse como un showman.

Mick Jagger eligió a sus dos máximos referentes de la música:
Mick Jagger eligió a sus dos máximos referentes de la música: "Los vi y pensé que podría hacer eso" | Fuente: difusión
Redacción Oxigeno

Mick Jagger es sin duda un frontman que destaca no solo por su voz, sino también por su manera de moverse y bailar de forma hipnótica en el escenario. El líder de Rolling Stones lleva 60 años de carrera y experiencia, pero antes de convertirse en una estrella tuvo que dar el primer paso y superar el miedo escénico. Conoce cómo lo hizo en la siguiente nota.


Los inicios de Mick Jagger

Desde antes de iniciar su carrera musical en los años 60, Mick Jagger se dedicó a mostrar su faceta como estrella de rock y lo hizo superando la vergüenza de presentarse en un escenario. 

“Solía hacer locuras, como ir y hacer estos espectáculos, arrodillarme y rodar por el suelo, cuando tenía 15 o 16 años”, comentó Jagger, recordando sus primeros shows de talento en su escuela. “No tuve ninguna inhibición”, acotó el cantante de Rolling Stones. 

En 1962 se fundó Rolling Stones​ por Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards e Ian Stewart, junto a otros bajistas y bateristas hasta que se unieron a la formación oficial Bill Wyman y Charlie Watts. La banda empezó teniendo canciones populares, pero no tuvieron el ansiado salto a la fama hasta el lanzamiento de "(I Can't Get No) Satisfaction", compuesto por Jagger y Richards.



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Los dos máximos referentes de Mick Jagger

Sin embargo, para eso Mick Jagger tuvo que inspirarse en dos grande músicos del momento: “Vi a Elvis y Gene Vincent y pensé: ‘Bueno, puedo hacer esto’“, dijo en una entrevista con Rolling Stone. 

Finalmente, Mick Jagger aseguró que si hubiera tenido una respuesta negativa del público, probablemente habría renunciado a la música. Afortunadamente, el público amó su presentación y le dio pie a grandes éxitos. 

“Es un verdadero revuelo, incluso frente a 20 personas, hacer el ridículo. Pero a la gente pareció gustarle. Si alguien me hubiera tirado tomates, no habría seguido con eso. Pero a todos les gustó y siempre parecía ser un éxito. La gente estaba sorprendida. Lo pude ver en sus caras”, sentenció.