Gustavo Cerati, leyenda del rock latinoamericano, ha visitado diferentes países del mundo. En esta ocasión, un fanático contó la anécdota de su encuentro con el argentino.

Gustavo Cerati y la vez de paseó por Perú y un fanático lo reconoció en un mercado | Fuente: difusión

Gustavo Cerati es recordado por el rock mundial por el legado que dejó por su carrera. Su pronta partida ha provocado un gran numero de gratos recuerdos donde el argentino ha destacado. En esta ocasión, un fanático recordó la vez que lo encontró en un mercado de Perú.


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El fanático que se encontró a Gustavo Cerati en Perú

Se recordó una historia de un fanático, la cual fue compartida hace 10 años. Fue un 25 de abril de 2010 que un seguidor de Gustavo Cerati resaltó la visita del cantante en el Perú. El usuario eduazama contó que, luego de un concierto de Cerati, visitó un mercado indio con su familia. Nunca imaginó la sorpresa que se llevaría con el encuentro que tuvo: “Gustavo Cerati de paseo por Lima, Perú. ¿A quién se le ocurriría llevar a pasear a su hija(o) a un Mercado Indio un domingo cualquiera y después de ir a un Concierto de Cerati? Pues si están pensando que estamos todos locos, o que somos recontra aburridos, puede ser, porque yo también pensaba lo mismo... ¡HASTA HOY! Porque miren a que caballero me encontré comprando muy campante sus alfombras de piel con motivos Incas en medio de tanto turista que ni siquiera se imaginaban quien era este ‘flaco’”.

Gustavo Cerati en un mercado indio peruano

El usuario continuó su relato, destacando que Gustavo Cerati se encontró con él en el mercado, luego del gran concierto que tuvo. El cantante argentino aceptó tomarse una foto con el peruano, sin embargo, cuando notó que muchos empezaron a notar su presencia, prosiguió con sus compras: “Pues nada más y nada menos que el mismo CERATI que había ido a ver la noche anterior al San Marcos... Así que obvio, me acerqué con Rocío a pedirle que por favor se tome una foto con Ximenita, a lo que Cerati solo dijo "Ok, dale pero rápido si", y todavía, para entretener a mi enana, se colocó como payasada este gorrito de piel diciendo "¿está bien así?"...pero cuando se dio cuenta que la gente empezó a ver y reconocerlo, decidió quedarse con él puesto, se colocó sus lentes oscuros, nos despedimos y decidió continuar comprando sin que nadie más lo moleste... ¡Grande destino!...”