Giacomo Bocchio, jurado del famoso programa 'El Gran Chef Famosos', confesó que no está interesado en pagar más de S/1 000 por asistir a Central.

Giacomo Bocchio sorprende tras comentarios sobre restaurante Central | Fuente: Difusión

Central es el restaurante peruano considerado como el mejor del mundo. Este es un espacio donde, además de una gran variedad de platos, te ofrecen una experiencia a través de la comida que te permite visitar todo el país. El jurado del programa “El Gran Chef Famosos”, Giacomo Bocchio, confesó que no estaría dispuesto a pagar más de mil soles por asistir al famoso lugar dirigido por Virgilio Martínez Véliz. 

Te recomendamos

Giacomo Bocchio descarta asistir a Central como cliente 

Durante una entrevista con Trome, Giacomo Bocchio reveló algunos detalles sobre su interés por la comida, además de dar algunos comentarios sobre el mejor restaurante del mundo Central.

Tras haber ganado el puesto como el mejor del mundo, Central se ha vuelto una verdadera sensación para varios peruanos y extranjeros. Sin embargo, Giacomo Bocchio aseguró que no estaría dispuesto a pagar más de mil soles por vivir la experiencia en el restaurante. No obstante, confesó que si lo haría en otros restaurantes del planeta. 

“Tal vez como peruano no lo haría en Perú, lo haría en otra parte del mundo donde descubra algo que me impacte más por cultura. Me encantaría comer el menú de ‘Central’, no digo que no, pero yo, como cocinero peruano, probablemente hay muchas cosas de ahí que conozco, o la inmensa mayoría las conozco y las entiendo. Si pongo en la balanza, creo que yo no lo haría, me encantaría que me inviten”, expresó el chef. 

Giacomo Bocchio explica el modelo de negocio de Central 

Según Giacomo Bocchio, Central ha sido creado para un público extranjero que puede pagar sin problemas los altos precios del restaurante. 

“El modelo de negocio de ‘Central’ está enfocado básicamente en turistas que no ven caro ir a comer a un restaurante como ‘Central’, por la gran experiencia que te están dando”, fue el comentario de Giacomo Bocchio.