La protagonista de la exitosa serie “Merlina”, Jenna Ortega, se animó a realizar una reflexión sobre la discriminación y el abuso en redes sociales.

Jenna Ortega rompe en llanto tras reflexionar sobre la toxicidad en redes sociales: “Te ven vulnerable y te tuercen de una manera inesperada”
Redacción Oxigeno

Jenna Ortega es uno de los nombres más mediáticos del mundo de Hollywood, desde el exitoso estreno de la serie “Merlina”, disponible actualmente en Netflix. En una de sus recientes entrevista, la actriz norteamericana de 20 años se emocionó hablando sobre las presiones y el abuso que sufre día a día a través de sus redes sociales, rompiendo en llanto frente a las cámaras.

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Jenna Ortega no soporta el maltrato

En una entrevista con Elle Fanning, la joven actriz estadounidense Jenna Ortega se animó a pronunciarse sobre cómo explotaron sus redes sociales tras su participación protagónica en la serie “Merlina”. De acuerdo con sus declaraciones, las muestras de vulnerabilidad en internet son las peores expresiones que puede realizar un miembro del mundo de Hollywood.

“Lo que le hacen a cualquier persona de nuestra edad, es un juego de comparación. Influye en la mentalidad de lo que esté en tendencia. Es muy manipulador. Después del programa, estoy muy nerviosa por publicar o incluso decir algo allí o incluso ser yo mismo. Debido a que tiendo naturalmente a ser sarcástico o seca, es muy fácil para mí encontrarme en problemas”, explicó Jenna Ortega.

“A veces quisiera ser divertida en mi Instagram. A veces pienso ‘podría decir algo muy divertido’, pero me detengo porque pienso ‘No puedo, la gente no lo va a entender, no va a funcionar. Y cuanto más he estado expuesta al mundo, la gente te ataca y se aprovechan de eso. Ven tu vulnerabilidad y la tuercen de una manera que no siempre esperas”, confesó entre lágrimas la protagonista de “Merlina”.

Jenna Ortega se siente vulnerable

Jenna Ortega se atrevió a desahogar toda su rabia ante las presiones en Hollywood y los abusos en redes sociales.

“Todavía tengo este impulso realmente intenso de ser humano, honesto y auténtico. Otra cosa sobre esta industria es que te pones frente a una cámara y la gente quiere que seas otra cosa, donde te piden “Tener más energía” o “¿Podrías sonreír?” y se siente asqueroso. Y no quiero sentirme asquerosa. Prefiero que la gente me vea llorar y hacer lo que sea, que ser algo que no soy”, dijo.